31/8/17

historial de corazones

A menudo nos dicen que en los números están todas las respuestas, que no somos más que simples cifras en un universo repleto de ellas. Pero, ¿qué somos realmente? Yo digo que somos letras, letras convertidas en palabras y palabras convertidas en historias. Historias necesitando ser escuchadas. De eso estamos hechos, ¿no? De cuentos trotando mundos a la deriva buscando un sol mañanero y tal vez, un alma en pena. Y de pronto no somos doscientos seis huesos ni sesenta y cinco por ciento agua; de un momento a otro somos el café amargo y tu piel sobre la mía, somos libros amarillos transformados en espejos recitando gritos de huesos desgastados. Somos los insultos traumáticos y los besos post-trauma. Somos dicha desgraciada y somos amor guerrillero. ¿No te dije yo? Somos historias. Historias lanzadas con rabia al mar y escondidas entre la arena. Trazadas vulgarmente en papeles arrugados pero nunca dejando de ser poesía. Somos el secreto más valioso que cuidadosamente guarda la tierra. ¡Historias! De eso se trata, de las rebeldes y descocidas, de las que llevan a sentirte triste y de las que jamás serán contadas. Si bien piensas, de cuánto nos conectan a cada alma que habita este verso rodante.

Y tal vez no logre mucho con tanta palabrería, pero ofrezco noches de historias, historias mías. Cargadas de agonía y felicidad barata, pero reales. Y te las cuento una y otra vez hasta que te quedes dormido, o ¿por qué no? Adueñarnos de la madrugada y escribir juntos una más, con tus letras y las mías, lograr así la más dulce rima, el más bonito de los poemas.
-María Emilia.